El jueves 31 de julio, a las 17:34 horas, un sismo de magnitud 4,2 sacudió la Región de O’Higgins, provocando un derrumbe en el sector Andesita de la mina El Teniente, el yacimiento subterráneo más grande del mundo. El evento dejó un saldo de seis trabajadores fallecidos, nueve lesionados y cinco mineros desaparecidos, todos pertenecientes a empresas contratistas que operaban en el proyecto Andesita.
Ubicación y condiciones del yacimiento
El derrumbe ocurrió a más de 600 metros de profundidad, en una zona de alta actividad geotécnica.
El Teniente opera con más de 3.000 km de túneles, lo que complica las labores de rescate y requiere maquinaria especializada.
El sistema de posicionamiento interno permitió localizar el punto exacto donde estarían los cinco trabajadores atrapados.
Operación de rescate
Se activó un protocolo de emergencia con equipos teleoperados, evitando exponer a más personal.
Se evalúa el uso de sondajes verticales para acceder a zonas colapsadas sin generar nuevas fracturas.
Los lesionados fueron derivados a centros asistenciales y se encuentran fuera de riesgo vital.
Investigación técnica en curso
Sernageomin inició una investigación para determinar si hubo fallas estructurales o negligencia operativa.
El evento sísmico fue superficial, lo que sugiere que el derrumbe pudo estar relacionado con condiciones geomecánicas locales y no con actividad tectónica regional.
Esperanza intacta
Los equipos de rescate trabajan contrarreloj, mientras familiares y compañeros mantienen la fe en que los cinco mineros serán encontrados con vida. La historia de El Teniente, marcada por tragedias como la de 1945, también ha sido testigo de avances en seguridad y rescates exitosos.
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